En la industria, MRO hace alusión a los términos anglosajones ‘Maintenance, Repair and Operations’, refiriéndose a las actividades y procesos involucrados en el mantenimiento, reparación y operación de equipos y maquinaria en los distintos sectores industriales. La gestión del MRO en los procesos industriales es esencial para garantizar la continuidad de la producción y la calidad del producto final.

Un desarrollo eficiente de este implica, irremediablemente, la adquisición de los suministros y servicios necesarios para su correcta implantación, como establecer un control en las piezas de repuesto, herramientas, lubricantes, productos químicos y equipos de seguridad que certifiquen y confirmen la misión establecida con anterioridad. Mantener un inventario puede ser determinante para garantizar que el material necesario, así como los recambios estén disponibles para el momento en el que sean imprescindibles, evitando retrasos en la producción por falta de suministro.

La implementación, adicional al control, de prácticas de mantenimiento preventivo ayudará, no solo a reducir los costes derivados de la reparación, puesto que evita, en gran medida, la llegada a escenarios que precisen un importante desembolso económico por la sustitución de equipos o maquinaria completa, detectando a tiempo, del mismo modo, los problemas que puedan surgir, corrigiendo estos inconvenientes antes de que se generen fallos mayores e irreparables. Según la industria y el sector correspondiente, la gestión del MRO puede recaer en manos del departamento de mantenimiento, compuesto por técnicos y especialistas encargados de la previsualización y detección de estas situaciones, siendo, además, responsable de la gestión paralela del inventario y de la adquisición de los suministros que puedan ser necesitados por los equipos y la maquinaria.

En otras empresas es el departamento de compras o adquisiciones el encargado de adquirir los materiales derivando, posteriormente, a los especialistas para su mantenimiento periódico o reparación. En cualquier caso, es necesario contar con una planificación concreta que se adelante y prevea las líneas de actuación ante este tipo de contratiempos. Ésta podría estar compuesta por los siguientes extremos:

  1. Identificación de activos críticos: aquellos equipos que requieren mantenimiento y reparación, como máquinas, herramientas, sistemas de control y equipos esenciales de la producción.
  2. Programación de mantenimiento preventivo: calendario para cada activo que incluya inspecciones regulares como lubricación o limpieza.
  3. Planificación de reparaciones y sustituciones: anticipar las sustituciones necesarias en función a la vida útil de cada sistema.
  4. Gestión de inventarios: cuantificar y calcular las piezas y repuestos existentes para los componentes críticos enumerados.
  5. Formación y capacitación: mantener al personal cualificado para la ejecución de estas tareas aportándoles las habilidades y conocimientos necesarios.
  6. Gestión de seguridad: mantener las medidas imprescindibles para proteger a los trabajadores y los activos durante las actividades de mantenimiento y reparación.
  7. Monitorización y seguimiento: establecer el sistema oportuno para evaluar el rendimiento de las herramientas y máquinas, así como el plan MRO en su conjunto, realizando los ajustes y mejora en función de los resultados obtenidos.

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