Las empresas industriales españolas consumen, históricamente, grandes cantidades de energía en sus procesos productivos, lo que puede representar un coste significativo para ellas. Por esta razón, muchas empresas están buscando formas de reducir sus costes energéticos y mejorar su eficiencia energética. Una forma de hacerlo es a través de la implementación de medidas sostenibles en el uso de la energía. Algunas opciones pueden incluir:

  1. Mejorar la eficiencia de los equipos y procesos: Esto puede afectar a la actualización de equipos obsoletos por modelos más eficientes, la optimización del uso de la energía en los procesos productivos y la implementación de sistemas de control y monitoreo de la energía consumida.
  2. Utilizar fuentes de energía renovable: Mediante la instalación de paneles solares, turbinas eólicas o sistemas de generación de energía a partir de biomasa. Estas fuentes de energía son limpias y renovables, lo que puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, por consiguiente, reducir los costes de energías más contaminantes que provoquen, en el futuro, una inversión mayor en el tratamiento de éstas.
  3. Implementar programas de conservación de energía: Esto puede incluir la sensibilización y capacitación del personal sobre el uso eficiente de la energía, la instalación de dispositivos de ahorro de energía (como lámparas LED) y el establecimiento de objetivos y metas de reducción del consumo de energía.

Tomar estas medidas tiene numerosos beneficios tanto para el medio ambiente como para la imagen de marca de la empresa. En términos medioambientales, la reducción del consumo de energía contribuye a la lucha contra el cambio climático al disminuir las emisiones de gases y el uso de fuentes de energía limpias y renovables ayuda a proteger el medio ambiente y a preservar los recursos naturales, lo que mejora la sostenibilidad de la empresa y su imagen ambiental. Además, mostrar públicamente, y en los procesos productivos, un compromiso con el ahorro energético puede generar una imagen positiva ante clientes, proveedores y otros stakeholders, y la reducción de costes energéticos puede mejorar significativamente la competitividad de la empresa y su rentabilidad a largo plazo en un mercado hostil.

Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, el consumo de energía primaria en la industria española se ha reducido en un 16% entre 2005 y 2019, en gran parte debido al uso de energías más eficientes, al alcance de todas ellas. Una buena alternativa es la de optimizar los recursos disponibles y evitar el despilfarro energético, tanto propio como de proveedores con los que se colabora, sumando, juntos, cifras altamente positivas para el desarrollo del país y su industria. La cantidad que una empresa puede ahorrar al utilizar energías renovables depende de muchos factores, como el tipo de energía renovable que se utiliza, el tamaño de la empresa y su consumo, el costo de la energía renovable en su ubicación geográfica y el costo de la energía convencional en esa ubicación. Las renovables suelen tener costos más estables y predecibles que los combustibles fósiles, que pueden tener grandes fluctuaciones en sus precios.

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