Uno de los principales objetivos de toda empresa es la eficiencia en materia de coordinación, en base a que sus centros de trabajo, así como los empleados que en ellos desarrollan sus labores diarias, optimicen, no solo los recursos sino, también, el tiempo empleado para cada actividad. De esta manera, y con una estrategia coherente y bien definida, las capacidades de cada entidad aumentan de forma evidente. La compra centralizada de productos es, sin duda, una de las alternativas más eficaces por las que se puede optar en la actualidad. Para ello es imprescindible una coordinación entre centros de forma que, mediante una ubicación central, se proceda a la adquisición del material necesitado, cuyos resultados se apreciarán, también, en los diferentes aspectos económicos.

La confianza en el proveedor es la esencia de toda compra. Hay quienes seleccionan libre y alternativamente las entidades a las que solicitar los productos requeridos, en ocasiones con cientos de kilómetros de distancia, lo que incapacita una regulación próspera y factible que produzca una reducción tanto en los procedimientos como en los precios. Las compras centralizadas evitan una duplicidad en las comunicaciones mediante protocolos estandarizados, lo que, a la postre, redundará en una mayor capacidad negociadora de los departamentos involucrados, mejorando, sustancialmente, las habilidades y alternativas de sus responsables. Este hecho permite, además, una mayor cercanía en el trato con los proveedores y mejora, de forma considerable, las relaciones con todos ellos.

Bextok, gracias a su dilatada trayectoria, puede asegurar que esta centralización mejora los procesos productivos y agiliza la recepción del material, así como la administración de los bienes adquiridos y su gestión contable. Mediante los más de 50 puntos de venta situados por toda la geografía nacional, la entrega de los productos se optimiza y distribuye indistintamente según las necesidades del cliente.